El Gobierno está escondido porque no puede dar explicaciones sobre la impunidad que gozaba un narco para operar desde la cárcel
Se desconoce si se tomaron medidas.
A casi cinco días de que la Policía de Seguridad Aeroportuaria desarticulara una narcobanda liderada desde la penitenciaría de San Luis, el Gobierno mantiene silencio alrededor de un escándalo sin precedentes en la provincia.
El sábado, 36 horas después del escándalo, se emitió un comunicado dando cuenta que se había ordenado “una pesquisa interna para determinar responsabilidades que puedan implicarles a miembros del Servicio Penitenciario Provincial”.
Un párrafo de una publicación que reproduce el accionar de las fuerzas de seguridad nacional ha sido en todo este tiempo el único pronunciamiento del ministerio de Seguridad.
El ministro Claudio Latini abandonó la exposición pública y está prácticamente escondido desde el mismo viernes que una fuerza de seguridad nacional lo desautorizó para siempre como funcionario competente del área al revelar que un preso dirigía una organización dedicada al tráfico de droga. Desde una celda coordinaba el ingreso de cocaína a la provincia de San Luis.
Su última aparición fue la fallida intervención como vocero del Gobierno ante los trabajadores de Inclusión Social que salieron a la calle a reclamarle a Alberto Rodríguez Saá que les pagara como empleados públicos ya que antes de las elecciones habían firmado los contratos. Dejó expuestos al resto de sus pares al decirles a los manifestantes que hicieron el trámite sin contar con el marco legal. Ahora sobre ellos pesa una denuncia penal.
El ministro policía que maneja el sistema de inteligencia de la provincia ¿cómo justifica que no habían advertido que en la penitenciaría operaba un narco?
En la celda 5 del pabellón 2 de la Unidad N° 1 “Condenados Mayores” le secuestraron a Rafael Dante Churquina cinco celulares, una notebook, pagarés, una balanza de precisión, cannabis y también documentación de interés para la causa.
¿Quién o quiénes miraban para otro lado como distraídos para que el narco actuara con impunidad?
¿Se tomaron medidas?
¿El jefe del Servicio Penitenciario sigue en la función?
Con silencio el Gobierno quiere tapar el escándalo y sostiene en la función a Latini.